La guía para no perder nada en la mudanza

guía máxima para no perder nada en una mudanza

Llegar a la nueva casa y descubrir que hemos perdido en la mudanza libros, objetos valiosos o utensilios, es muy frustrante. Sin embargo, es una de las cosas más comunes dentro de un proceso de mudanza. Es muy lógico que con las prisas y el estrés, algo se quede fuera de alguna caja o que nunca haya emprendido el viaje.

Esto sucede con especial frecuencia entre aquellas personas que empaquetan a última hora o que no han llevado un orden de empaquetado. En este desorden, no se lleva un control y las cosas tienden a cambiarse de lugar o quedarse en el camino.

Los objetos pequeños, documentos, útiles de cocina y libros, son los más propensos a extraviarse en las mudanzas. Ropa y calzado, se encuentran en la lista de los objetos más perdidos, junto a juguetes y objetos personales.

Lo más curioso es que casi siempre, las cosas aparecen algún tiempo después de haberse instalado y en los lugares más insospechados. Dependiendo del volumen de objetos, algunas familias pueden tardar semanas en desempaquetar y re-ordenar las cosas en la nueva casa. 

Para evitar la pérdida de objetos durante la mudanza es imprescindible seguir un método y una serie de pasos para garantizar el orden. Veamos 5 pasos imprescindibles para no perder nada en la mudanza.


5 consejos para no perder nada en la mudanza

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El orden y la estructura es la única garantía de control, permite conocer la ubicación de todo en todo momento y agilizar los procesos de mudanza. La estructura implica procesos que deben planificarse con anticipación y que conlleva dirección, coordinación y control.

Esto nos lleva al primer consejo para no perder nada en la mudanza:

Establecer un líder del proceso

Todo proceso que involucre la acción de varias personas haciendo actividades distintas y con un solo objetivo, requiere de un líder. En las familias, a veces, el líder natural es el padre o la madre. Sin embargo, en otras ocasiones, el liderazgo no se establece tan fácilmente.

Que exista un líder permite que las directrices y los procesos de control sean llevados solo por una persona que pueda tener toda la información. Este líder, tendrá la obligación de dirigir, organizar y coordinar todo el proceso de mudanza antes, durante y después.

Inventario por zonas

Es fundamental hacer un inventario de las cosas que tenemos por escrito. En algunas casas, este proceso puede ser infinito y como tal, no se hace por el tedio que supone. Sin embargo, llevar un control de nuestras posesiones se basa fundamentalmente en conocer qué es aquello que poseemos.

Dividir la casa por zonas, habitaciones o  por sus ocupantes es una forma de hacer que el inventario se pueda delegar de manera más sencilla. Por otro lado, la lista puede ser tan específica y detallada como queramos. Es decir, con escribir “Zapatos: 5” es suficiente y no tenemos que escribir tallas, colores, marcas o cualquier otra seña.

Plantillas y pegatinas

Una vez que hemos hecho un inventario, debemos identificar todas nuestras posesiones de manera ordenada y con una metodología establecida. Lo mejor es escribir todo el inventario en una plantilla impresa y que podamos consultar en el momento que se requiera.

Por otro lado, esta plantilla debe tener la ubicación de macro a micro del traslado y desembarco. Para ello, el apoyo con pegatinas que indiquen la ubicación de los objetos es fundamental.

Empacar y desempacar con un método

Si empaquetamos y desempaquetamos todo al mismo tiempo, sin un orden establecido o sin una metodología lógica, el caos estará garantizado y la pérdida de objetos será casi segura. Organizar por zonas o bajo un patrón establecido es la única garantía de orden, estructura y sobre todo, sin perder nada.

Revisar la casa antes de salir

Antes de hacer el cierre definitivo y entregar las llaves de nuestra antigua casa, debemos hacer un proceso de revisión a conciencia. Esto incluye revisar de manera metódica las habitaciones en un orden establecido. Revisar cajones, armarios, buhardillas, trasteros, canapés y muebles, garantiza que no hayamos dejado nada.

Al llegar a la casa nueva y antes de comenzar a abrir las cajas, debemos contabilizar el número de cajas y contrastarlo con nuestras listas y la empresa contratada para el transporte de la mudanza.